De todos los apostóles que aparecen en el trono de Nuestro Padre Jesús del Prendimiento, Judas es protagonista en el momento de la traición y por esta razón mediante dos símbolos se enfatizará la naturaleza de su acto. Si nos fijamos en sus pies veremos dos elementos, por un lado como viene siendo habitual en los últimos años unos cardos aludiendo al pecado y por otro una serpiente de madera tallada y policromada que es estreno este Domingo de Ramos, que según la simbología católica la relacionamos con la traición.
En contrapunto a Judas tenemos a San Juan, discípulo amado, quien con su pureza de espíritu nunca abandonó a Jesús mant
eniéndose cerca en todo momento, esta pureza es representada con una rosa blanca a sus pies. De igual modo su fe inquebrantable nos recuerda al episodio en el que el Aristodemo, Sacerdote de Diana, le desafió a beber veneno de la ponzoña en Éfeso. Si bebes un veneno que yo te dé y no te hace daño creeré en tu Dios, dijo Aristodemo, a lo que respondió el apóstol, ya puedes prepararlo. Tras probarlo con dos reos que cayeron muertos nada más beberlo, se le ofreció la copa a San Juan, quien tras hacer la señal de la cruz lo bebió y no experimentó mal alguno.
El cáliz que porta en su mano derecha es muy especial para la Hermandad del Prendimiento puesto que era el de Don Alfonso Rosales Trujillo, quien fuera Director Espiritual durante más de 25 años y es prestado por las Hermanas Clarisas exclusivamente para la procesión. Del cáliz sale un dragón de orfebrería representando al veneno.
Un último detalle a tener en cuenta cuando se contemple el trono de Jesús del Prendimiento es el mensaje que se nos quiere transmitir con las flores que forman el friso del mismo. Este año el exorno floral estará compuesto por rosas y fresias en tonalidad morada y orquideas verdes, recordándonos que este año se cumplen cinco siglos desde que se ideara que la bandera de la ciudad tendría que ser verde y morada, aunque la aprobación oficial llegara tiempo después.
La Real Cédula concedida por los Reyes Católicos en 1495 instauró el escudo de la ciudad que al poco tiempo quedó plasmado en una bandera de color verde y pardillo puesto que era la tonalidad que adquiría el monte de Gibralfaro por la vegetación y el castillo; pero en 1517 se pensó que esa combinación no era representativo con la historia de la ciudad y se vió mas acertado el actual verde y morado, esto fue así debido a las industrias de teñido de tejidos que crearon los fenicios en la ciudad que dieron un color morado único y muy codiciado en el mundo antiguo, de tal forma que la primera imagen que veian los que llegaban a Málaga por el mar eran todos los tejidos morados secándose al sol con la vegetación de Gibralfaro al fondo.
